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Colombia

Colombia es un país ubicado al noroccidente de America del Sur.
Su economia durante el 2009 fue la consecuencia inmediata de la situación producida en el 2008 debido a la crisis global, esta a su vez originada por la crisis hipotecaria estadounidense.
Sin embargo Colombia afrontó la crisis mejor de lo que los analistas esperaban. Esto debido a los buenos años (2002 - 2006) obtenidos antes de ella.
Para finales del 2009 y principios del 2010 se espera que la economía mejore en muchos aspectos, en especial la tasa de desempleo, la cual fue la que más sufrió

lunes, 2 de noviembre de 2009

Proyecciones economicas

PROYECCIONES ECONOMICAS DE COLOMBIA 2009 A 2013

LaNota.com actualizó sus proyecciones económicas para el período 2009-2013. Los respectivos análisis y cuadros se pueden consultar en la sección “Proyecciones Colombia”.

Ahí se estima que la variación del PIB será -1,6% en 2009 y +2,1% en 2010. El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pago alcanzará 4,6% del PIB en este año y 4,1% del PIB en el próximo. El desempleo experimentará un aumento hasta llegar a un promedio anual superior a 13% en 2010. La devaluación del peso será pronunciada durante estos dos años.

Tanto desde el punto de vista de la financiación del déficit del gobierno central nacional, que se calcula superior a 4% del PIB en 2009-2010, como para la financiación del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, habrá necesidad de colocar bonos y contratar créditos externos en cuantías importantes. Aumentarán los indicadores de endeudamiento externo, ante todo los relacionados con la deuda pública, pero sin alcanzar los muy altos niveles de comienzos de esta década. La inversión extranjera directa dejará de ser el motor de crecimiento que fuera durante 2006-2008.

El estancamiento que experimentará la economía colombiana durará unos dos años, dependiendo obviamente de la evolución del entorno internacional. A este respecto es importante señalar que es grande el desacuerdo entre los diferentes analistas. LaNota.com se inclina más por el lado pesimista que por el optimista. Aunque es posible que los paquetes de estímulo que han implementado los gobiernos de las economías más importantes del planeta tengan impactos positivos, hay dudas de que sean duraderos y sostenibles. Esos estímulos no están respaldados en ahorro sino en una alta emisión monetaria y en aumentos considerables de los déficit fiscales.

El sector privado colombiano, incluyendo el sistema financiero, está en capacidad de enfrentar, sin muchos traumatismos, dos años de estancamiento económico. Pero en sus decisiones de inversión y programaciones a largo plazo debe contemplar la posibilidad de que la crisis económica global se extienda por más tiempo, al menos mientras no haya indicios claros que hagan pensar lo contrario.

La crisis económica global que se inició en 2008 trajo consigo una fuerte contracción del sector externo. La menor demanda por los productos colombianos a un menor precio internacional, así como el deterioro de la situación económica de Venezuela y la de otros países de la región, ha incidido negativamente sobre sectores como industria, comercio y transporte.
La desaceleración de la economía colombiana se acentuó en el segundo semestre de ese año y durante 2009. El consumo interno se retrajo y la inversión se paralizó en algunas áreas, como por ejemplo la edificación urbana. La tasa de desempleo aumentó y el déficit fiscal se incrementó. La incertidumbre sobre las variaciones en la tasa de cambio se acrecentó.
Pero, a pesar de la magnitud del choque externo que sufrió la economía colombiana, la respuesta fue mejor a la anticipada. El sector privado se realineó con rapidez en sus niveles de inventarios y de gasto a las nuevas circunstancias adversas, tanto en el frente externo como interno. El sector público consiguió recursos externos suficientes para financiar su déficit e iniciar una política anti cíclica de inversión en obras e infraestructura física.
Las autoridades monetarias adoptaron un política monetaria laxa que ha llevado a una significativa reducción de las tasas de interés, en medio de una decreciente inflación, la que se ha colocado en niveles históricamente bajos.
La menor inflación; una deuda externa privada reducida; la consecución de cuantiosos recursos externos por parte del sector público; un sistema de empresas publicas y de seguridad social menos vulnerable que en el pasado; un sector financiero con capacidad para enfrentar épocas duras; el dinamismo de la inversión extranjera en áreas como el petróleo, carbón y oro; y una situación de orden público bajo control; todo ello ha contribuido a que la contracción del sector externo ocasionada por la crisis económica global no se traduzca en una recesión de catastróficas proporciones.
Una mirada al futuro
De los cuadros de proyecciones que se encuentran como indicadores, se desprenden una serie de conclusiones sobre la evolución de la economía colombiana en los próximos años:
1) El crecimiento del PIB en 2009 podría ser levemente positivo. En 2010, el crecimiento sería un respetable 3,6%, el cual se aceleraría en los años siguientes hasta alcanzar tasas superiores a 5%. Detrás de este desempeño se encontraría la reanimación del consumo interno propiciado por la caída de la inflación, el descenso de las tasas de interés y la fortaleza del peso; el inicio de un ambicioso programa de obras públicas y de grandes proyectos de infraestructura física en sectores como el de carreteras, transporte público urbano y energía eléctrica; y aumentos en los flujos de inversión extranjera directa en petróleo, carbón y oro.
2) Un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos inferior a 3% del PIB, financiado con creces con la inversión extranjera y con bonos y préstamos externos del sector público. Tendencia a un aumento sostenido de las reservas internacionales, las que se situarían en niveles superiores a 6 meses de importaciones de bienes y servicios.
3) Una situación fiscal deficitaria pero manejable, siempre y cuanto la economía retome un sendero de crecimiento como el que aquí se proyecta. En este escenario, se acrecentaría la deuda pública externa como porcentaje del PIB, pero dentro de unos niveles que no conllevan riesgo alguno para la política económica en el cercano futuro. El bajo nivel de la deuda privada externa es garantía de que el sector público tendrá el suficiente margen para obtener sin problemas la financiación externa que requerirá en los próximos años.
4) Durante 2009-2010 se presentará una pequeña caída de la inversión privada como proporción del PIB en relación con los altos niveles alcanzados durante los dos años inmediatamente anteriores. Sin embargo, su niveles continuarán altos desde el punto de vista histórico y se recuperarían ligeramente a partir de 2011. Por otro lado, la inversión pública se elevaría a niveles relativos más elevados que en el pasado. De esta manera, se lograría mantener los niveles de inversión global similares a los contabilizados en 2007-2008, financiados con el ahorro interno del sector privado, con inversión extranjera directa y con crédito público externo.
Margen para el optimismo
A finales de 2009, las perspectivas de la economía colombiana son más positivas que las que se tenían hace algunos meses. Todo apunta a una recuperación económica más sólida que la anticipada. Eso no quiere decir que haya factores de incertidumbre importantes, tal como lo son las relaciones comerciales con Venezuela y el futuro del dólar y de la economía de Estados Unidos.
En relación con el dólar, es virtualmente imposible pronosticar hasta dónde llegará su debilitamiento frente al peso y otras monedas. El gobierno de Estados Unidos ha adoptado unas políticas fiscales y monetarias que están sepultando al dólar como la moneda de reserva del planeta. Desde el punto de vista de las exportaciones colombianas hay que tener en cuenta que el debilitamiento del dólar implicará un aumento en los precios de los productos básicos, entre los cuales se encuentran varios que exporta Colombia. Por otro lado, la devaluación del dólar no solamente es frente al peso sino también frente a las monedas de otros países a los que Colombia exporta. Ambos factores compensarán, así sea parcialmente, el impacto negativo que pueda tener esa devaluación sobre la actividad exportadora.
Con respecto al comercio con Venezuela, también es imposible predecir qué sucederá. Mucho dependerá del humor y los caprichos del gobierno de ese país. De todas maneras, son pesimistas las proyecciones sobre el desempeño de la economía venezolana en 2010. Los exportadores colombiano se verán forzados a buscar mercados menos volátiles, y eso a la larga puede ser positivo.
Como sea, ya no es aplicable el pesimismo de comienzos de 2009. Si se confirman los crecimientos del PIB aquí proyectados estaría próximo el momento para volver a pensar selectivamente en inversiones y en nuevos negocios, así haya algunas actividades, como las relacionadas con la edificación urbana, con respecto a las cuales se impone todavía la cautela.

Ver video anexo.